Un día en la vida de Jim Rolla, SVP, en VNS Health Personal Care

Bienvenido a “Un día en la vida”, la serie de Frontline que sigue a los miembros del equipo de diferentes partes de VNS Health en un día típico en el que cumplen la misión de nuestra organización, mejorar la salud y el bienestar de las personas por medio de servicios de alta calidad, atención médica rentable en casa y en la comunidad.

Como vicepresidente sénior de Personal Care, Jim Rolla es responsable del manejo de miles de miembros del equipo de VNS Health, incluyendo aproximadamente 6,000 asistentes de atención médica en casa, como a los supervisores y programadores de HHA, los enfermeros que hacen las evaluaciones y elaboran y supervisan los planes de atención de los clientes de Personal Care y otros miembros del equipo en diversos puestos de apoyo. Para saber cómo hace Jim para que todo funcione bien, le pedimos que nos contara sobre su día a día.

5:15 a.m.

Me levanto todos los días a la misma hora. Si fuera fin de semana, iría al gimnasio ahora. Sin embargo, por ser un día laborable, empiezo a pensar en el día que viene. Lo primero que hago es tomar el teléfono y revisar mi agenda del día, incluyendo las reuniones que tengo programadas, que generalmente suelen ser muchas. Luego me ducho y desayuno. Si tengo tiempo, preparo algo sabroso, como una tostada con queso crema o un sándwich de huevo, pero si tengo poco tiempo, como me pasa a menudo, me como un plato de cereal.

6:30 a.m.

Salgo de casa habitualmente alrededor de las seis y media y conduzco hasta la estación de tren de Deer Park, un pueblo cercano al mío en Long Island, para tomar el tren de las 7:06 a.m. a la ciudad de Nueva York. El viaje a la ciudad dura más de una hora. Antes del reciente traslado de VNS Health Personal Care de la oficina de 42nd Street a 5 Penn Plaza, cambiaba en Jamaica y tomaba el tren de las 7:51 que va a Grand Central. Pero como ahora viajo a Penn Station, que está justo al lado de nuestra nueva oficina, ya no tengo que cambiar de tren. Empiezo a leer y enviar correos electrónicos durante mi viaje en tren. Como quiero activar las cosas que hay que hacer, me gusta enviar esos mensajes a primera hora. Mi equipo sabe que madrugo y que me traslado a la ciudad en tren, así que están acostumbrados a recibir mis correos electrónicos a primera hora de la mañana.

8:20 a.m.

Generalmente, llego a la oficina aproximadamente a las 8:20 a.m. Incluso con el trabajo a distancia, siempre hay un buen número de miembros del equipo en la oficina todos los días. Generalmente, reviso de nuevo mis correos electrónicos y leo las respuestas a mis correos electrónicos anteriores, lo que marca el rumbo de lo que será la mayor parte de mi trabajo ese día. Después, depende de la agenda de ese día. Cada día es diferente, pero generalmente tengo varias reuniones programadas, que a menudo empiezan a las 8:30 a.m.

9:15 a.m.

En algún momento del día, cuando tengo un receso en mi horario, saludo a todos los que están en la oficina ese día. Esto es una parte importante de mi rutina diaria: todas las mañanas camino por toda la oficina de Personal Care (que ahora ocupa dos plantas desde que nos trasladamos a 5 Penn Plaza a finales de octubre) y los saludo a todos. Me he vuelto un poco famoso por esto: los miembros de mi equipo no solo esperan que lo haga, sino que, si por algún motivo no los veo, me lo hacen saber. Me gusta mucho este momento, porque es una oportunidad de saber lo que hace la gente y cómo se sienten. Si alguien menciona que tiene un problema, acordaremos en el acto que me vea más tarde ese mismo día, cuando podamos tener una conversación más larga y, con un poco de suerte, podamos resolver su problema. Siempre hago tiempo para reunirme con un miembro del equipo, aunque exija cambiar cosas en mi agenda.

10:00 a.m.

Como dije, normalmente tengo varias reuniones durante el día, ambas en VNS Health, incluyendo reuniones de liderazgo y reuniones con los miembros de mi propio equipo, y también con grupos externos. Es posible que en la mañana tenga una reunión con el sindicato 1199 SEIU (1199 SEIU union) y en la tarde asista a una reunión del consejo de la Asociación de Proveedores de Atención Médica del Estado de Nueva York (New York State Association of Health Care Providers), que es la asociación autorizada de las agencias de atención médica en casa de Nueva York o hable por teléfono con un colega de otra organización de atención médica. Gran parte de mi trabajo consiste en planear estrategias para que Personal Care avance, por lo que es esencial que me mantenga al día de lo que ocurre en nuestra industria. Este tipo de reuniones me permiten hacerlo.

También me reúno con regularidad con los miembros de mi equipo. Me reúno a menudo con los vicepresidentes que manejan las distintas partes de Personal Care, incluyendo nuestra parte de retribución privada y con los miembros del equipo a nivel de director y nuestros representantes de HR y Finanzas. También programo tiempo para reunirme con grupos de miembros del equipo de primera línea. Lo que intentamos hacer en Personal Care es asumir una estrategia ascendente en todo lo que hacemos. Quiero que todos se sientan parte de nuestra estrategia y de nuestros objetivos. Por ejemplo, la otra mañana estuve en la sede del sindicato para hablar sobre algunos asuntos con los representantes sindicales y al regresar a la oficina asistí a una reunión a nivel de los dirigentes con los miembros de una de nuestras unidades. No fui a la reunión con una agenda propia. Esta reunión fue una oportunidad para que los miembros de la unidad me dijeran lo que sentían, lo que tenían en mente y cualquier preocupación que pudieran tener.

1:00 p.m.

Siempre reservo en mi agenda el espacio de 1:00 a 2:00 p.m. para almorzar. Tener tiempo para comer es importante para mí. Si no como, no estoy de buen humor. Generalmente, traigo mi almuerzo por la mañana y como en la oficina. Me gusta comer sano y eso es más difícil cuando comes mucho afuera. Si por algún motivo tengo una reunión a esa hora, como en la reunión. Habitualmente, como un sándwich con algún tipo de acompañamiento. Luego termino cada comida con un chocolate kiss de Hershey’s.

2:00 p.m.

Una buena parte de mi día la dedico a hacer el seguimiento de diferentes proyectos y a la correspondencia. No me gusta que las cosas se acumulen, me gusta volver a casa y saber que he hecho todo lo que tenía que hacer hoy. Así que me reservo un tiempo cada día para terminar las tareas pendientes. Cuando aún estábamos en 42nd Street, yo también me encargaba de bajar cada cierto tiempo a la entrada de 41st Street que usaban las HHA cuando venían a recibir entrenamiento u orientación y acompañaba a una de las HHA hasta nuestra oficina. Me daba una buena oportunidad para hablar y conocer un poco al ayudante mientras caminábamos por el edificio. En 5 Penn, los ayudantes ya no necesitan que los acompañen al edificio, así que me aseguro de saludar a cualquier HHA que esté de visita mientras camino por la oficina.

3:30 p.m.

Otra cosa que intento hacer cada día es recordar a todos nuestra misión, y que todos estemos trabajando juntos para cumplirla. Si una de nuestras programadoras me dice a media tarde: “necesito un ayudante en Staten Island y no consigo a nadie”, voy a la oficina y ayudo a correr la voz para ver qué podemos hacer para ayudarla. No es fácil trabajar con poblaciones vulnerables y si las personas sienten que estás con ellos, están más dispuestos a esforzarse más. Creo que es una de las partes más importantes de mi trabajo.

4:40 p.m.

Intento evitar las reuniones que se prolongan más allá de las 4:30 p.m., porque sé que tengo que salir de la oficina a las 4:40 para tomar el tren de vuelta a casa. Soy muy disciplinado para administrar mi tiempo en el día laborable y eso se refleja en mis traslados diarios. Si no tomo mi tren habitual a Long Island, no puedo hacer nada. Aprovecho ese tiempo en el tren de vuelta a casa para terminar el día. Me esfuerzo mucho para garantizar que todo lo que tengo que hacer ese día se complete antes de llegar a casa porque necesito esa separación y ese equilibrio. Así, cuando entro a casa, estoy listo para centrarme en mi vida en casa y prepararme para lo que seguramente será otro día ocupado mañana.