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December 22, 2024

“Now That’s Teamwork!”: Cómo tres asistentes médicos a domicilio (Home Health Aide, HHA) que viven en casa, y su supervisora de HHA, cuidan a su cliente, y se cuidan entre sí

February 27, 2023

Presentamos Now That’s Teamwork, una nueva serie de Frontline que presenta el trabajo en equipo de VNS Health en acción.

Cuando las asistentes de atención médica en casa Yolanda Campbell, Jennifer Moulton y Judith White originalmente comenzaron a cuidar a Sebastian Greene*, atendían principalmente a su esposa, que padecía demencia. Cuando su condición empeoró y se hizo necesaria la atención las 24 horas, el equipo hizo la transición a una situación de vivir en casa. Después, cuando la Sra. Greene finalmente fue hospitalizada, se tomó la decisión de mantener el mismo equipo, en casa, para Sebastián, que tiene más de 90 años. La esposa de Sebastián murió poco después, y no regresó a casa.

“Fue un momento difícil para Sebastián, habían estado casados por más de 65 años”, dice Yolanda. “Todavía es una herida abierta, pero ahora las cosas han mejorado mucho para él. Sé que tener el mismo equipo de asistentes de atención médica en casa es un consuelo para él”.

Un horario apretado y un equipo muy unido

Debido a las complejas necesidades médicas de Sebastián, es fundamental que siempre haya alguien con él. Yolanda trabaja de domingo a martes, Jennifer de miércoles a viernes y Judith los sábados. Todos los turnos comienzan (y cambian) a las 9:00 a. m.

“La confiabilidad, la atención y la paciencia son muy importantes en una situación de vivir en casa”, dice Deloris Collins, supervisora de HHA en la Unidad de Queens. “Este equipo no solo conoce bien al cliente, sino que también es extremadamente puntual, diligente y trabaja bien en conjunto. Cuando necesitan tiempo libre, me avisan con mucha antelación. Nunca llaman en el último minuto, poniéndome en dificultades para encontrar a alguien que los reemplace. Superviso hasta 100 HHA en un momento dado, y estoy acostumbrada a las emergencias y cambios de horario, pero este es un equipo del que no tengo que preocuparme. ¡Hacen mi trabajo fácil!”

Vigilancia las 24 horas

Como la mayoría de los pacientes que necesitan asistentes que viven en casa, Sebastián tiene necesidades médicas complejas, que incluyen hipertensión y edema. “A primera hora de la mañana le tomamos la presión, el peso, los niveles de oxígeno y la temperatura, después lo lavamos y preparamos el desayuno”, dice Jennifer. “También tiene problemas en los pies y la piel, por lo que le aplicamos cremas y lociones especiales en el cuerpo. Toma sus medicamentos en momentos específicos durante el día, y tenemos que asegurarnos de que no solo se lleve los medicamentos a la boca, sino que los trague”. 

Debido a su edema, Sebastián también tiene que usar botas de compresión, mantener la pierna elevada y limitar el consumo de agua, otra cosa en la que su equipo está al tanto. “No tiene demencia, pero sí se distrae, por lo que es vital que estemos atentas en todo momento”, señala Yolanda.

Comunicación y colaboración

Después de más de un año de trabajar con su cliente y entre ellas, el trío y su supervisora funcionan como una máquina bien engrasada. Además de compartir la atención médica de Sebastián, las tareas, como el lavado de ropa, se manejan de manera justa y se tratan por turnos por las asistentes que viven en casa. “Trabajar juntas es clave”, dice Jennifer. “Si algo sucede durante nuestro turno, siempre le damos un informe detallado a la siguiente asistente cuando llega”.

“Sabemos que siempre podemos contar unas con otras”, añade Judith. “Todas queremos lo mejor para nuestro paciente”.

Debido a las complejidades de la atención de Sebastián, cada vez que hay una emergencia programada, o incluso una ausencia programada, el equipo hace un esfuerzo extra para cubrir todas las bases. “Hemos tenido algunos maravillosos asistentes de reemplazo, pero no todos han estado a la altura de la tarea”, dice Yolanda. “Realmente es necesario tener a alguien que tenga experiencia con casos complicados como este. Cuando llega alguien nuevo, siempre me aseguro de que llegue temprano para poder explicarle completamente la situación. También los reviso más tarde y les pido que me llamen con cualquier pregunta que puedan tener”.

Los retos y recompensas de vivir en casa

Con sus hijos adultos y con las bendiciones de sus familias, Yolanda, Jennifer y Judith están felices con su arreglo de vivir en casa. “Dormir bien por la noche fue un poco difícil cuando la Sra. Greene estaba en casa”, dice Yolanda. “Debido a su demencia, a menudo nos llamaba durante la noche; dormimos abajo, pero tenemos un monitor en la habitación. Dormir ya no es un gran problema, aunque, por supuesto, tenemos que estar atentas y alertas”.

Las tres están de acuerdo en que el lado positivo de vivir en casa es una mayor conexión con su cliente. Sebastián ahora es como un familiar: espera vernos a todas por la mañana, y cuando una de nosotras se va al final de nuestro turno, nos dice que nos va a extrañar”, dice Jennifer. “Cuando tiene calor, quiere asegurarse de que nosotras no tengamos demasiado calor. Y cuando tiene frío, quiere asegurarse de que estemos abrigadas. Él se preocupa por nosotras y eso es lo que hace que todo valga la pena”.

* El nombre del paciente ha sido cambiado por privacidad.