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December 22, 2024

Hogar golpeado: Una colega ucraniana comparte su historia

June 3, 2022

La Ciudad de Nueva York es el hogar para la población de ucranianos americanos más grande en Estados Unidos. Más de 150,000 ucranianos viven en los cinco distritos municipales de la ciudad, muchos de ellos viven en las comunidades ucranianas de la Parte este baja de Manhattan y Brighton Beach, Brooklyn. La guerra en Ucrania ha tenido un impacto particularmente devastador en estos neoyorquinos, incluyendo a nuestros colegas, clientes, miembros del plan ucranianos americanos y a sus familias, que son parte de nuestra comunidad de VNS Health. Nuestros corazones, pensamientos y apoyo van hasta todos ellos en estos momentos tan difíciles.

Kateryna Vinarskiya, Asistente de atención médica en casa

Conozcan a Kateryna Vinarskiya, una Asistente de atención médica en casa, nacida en Ucrania, que ha sido parte de Atención personal de VNS Health por un poco más de dos años.

Le agradecemos por darnos el tiempo para hablar con nosotros sobre cómo la situación le ha afectado a ella y a sus familiares en casa. Hablamos con Kateryna hace un poco más de una semana después de la guerra.

Llegué a los Estados Unidos hace cuatro años y medio para lograr mi sueño convertirme en una enfermera registrada. Crecí en Fastiv, una pequeña ciudad agradable y limpia que está muy cerca de la capital de Ucrania, Kiev, y trabajo como una asistente de atención médica en casa para Atención personal de VNS Health, atendiendo a clientes que son adultos mayores. Actualmente, estoy completando mis prerrequisitos en Borough of Manhattan Community College y espero que eventualmente iré a la escuela de enfermería.

Han pasado ocho días desde que comenzó esta guerra, y cambió mi vida instantánea y completamente. Soy la única de mis familiares que está en este país. No he podido comer ni dormir, y he estado pensando constantemente en mi familia y las formas de ayudarlos a escapar. Se siente como un mal sueño. Gracias a Dios, ellos pudieron trasladarse a un pueblo que está un poco más lejos de Kiev, que ahora está rodeado, pero aunque era un poco más seguro, tuvieron que dejar su casa y la mayoría de sus pertenencias.

Ellos pudieron llevar consigo únicamente las cosas más importantes, dinero, joyas, en una pequeña maleta. Ellos sabían que nunca podrían regresar o, si lo hacían, ya no habría una casa ahí. O es posible que ya no fuera suya.

Me siento afortunada de poder aún hablar con mi familia por teléfono, sé de algunas personas en Ucrania que incluso ya no pueden hacer llamadas. Hay una diferencia de siete horas, así que permanezco despierta hasta medianoche para llamarlos a las 7:00 a.m., su hora local, cuando están despiertos. Necesito hablarles, escuchar cómo estuvo su noche, y si hubo alguna bomba. Por supuesto, también es una forma de asegurarme de que aún están vivos. Mi tío, hermano de mi mamá, es un soldado en el frente de la batalla. Él lleva un teléfono celular y también compruebo regularmente cómo está. Es un alivio hablar con él, pero es la guerra. Cualquier cosa puede pasar en cualquier segundo.

Están matando personas y parece que nada puede detener esto. No puedo creer que esto esté sucediendo en el siglo veintiuno. Hace unos días, mi mamá y mi hermana pudieron escapar hacia Polonia, en un viaje que fue muy largo y difícil. Estuvieron durmiendo en las estaciones del tren, y tenían hambre y sed, muchas tiendas se habían quedado sin suministros. Afortunadamente, mientras se acercaban a la frontera polaca, algunos voluntarios las ayudaron, dándoles comida y agua. Pero es una situación muy triste.

Creo que mi hermana tiene Trastorno de estrés postraumático (PTSD), no puede dejar de llorar. También estábamos muy preocupados por mi hermano menor, a quien no le permiten salir del país. Él acaba de cumplir 18 años de edad y acaba de empezar la universidad para estudiar IT, computadoras y tecnología. Él es un joven muy inteligente. Ahora se está quedando con familiares.

Estoy haciendo todo lo que puedo para ayudar a mi familia. Les envié inmediatamente todos mis ahorros, todo lo que pude ahorrar como estudiante, y les dije que sacaran el dinero del banco inmediatamente porque no sabemos si los bancos seguirán funcionando o por cuánto tiempo más. También pude encontrar un programa para darle alguna ayuda psicológica gratis a mi hermana.

Estoy recibiendo apoyo de mis amigos. He recibido mucho apoyo emocional de mis amigos aquí, incluso de mis amigos rusos. Como ellos están aquí, pueden evaluar la situación desde todos los ángulos y la televisión rusa no les lava el cerebro. Ellos me llaman, me visitan y preguntan cómo estoy y cómo está mi familia. También he recibido apoyo de las redes sociales ucranianas. A pesar de que actualmente hay una guerra, en ocasiones nos relajamos haciendo algunas pequeñas bromas entre todos. Un poco de humor realmente ayuda, incluso en los tiempos oscuros, o especialmente en los tiempos oscuros. Son tiempos muy difíciles, pero me estoy esforzando lo mejor que puedo. Trabajo con adultos mayores que necesitan mi ayuda, y eso es muy reconfortante para mí también. Me siento orgullosa por el trabajo que hago.

Estoy feliz porque la gente de Ucrania tiene acceso a las redes sociales y pueden ver que el mundo los mira y los apoya. Creo que todos deberían estar para los demás y darse apoyo entre sí. Y motivo a todos aquellos que puedan para que hagan una donación para los esfuerzos de alivio. Incluso, si son solo dos o cinco dólares. Es posible que eso no parezca mucho, pero puede ser suficiente para obtener comida y agua para alguien que tiene una desesperante necesidad.

Para obtener consejos sobre cómo superar el estrés, la ansiedad y el temor por la guerra en Ucrania, haga clic aquí.